Este breve ensayo es fruto de la estancia del autor en la casa del poeta de Trasmoz, lugar al que Ricardo dedicó unas palabras descriptivas. Como dice su autor, más que de un ensayo, se trata aquí de un trabajo de investigación y recopilación divulgativa, de gran atractivo por tanto para cualquier lector, ya que un texto como el presentado permite ser un instrumento en manos de los lectores para despertar aún más su curiosidad lectora y propiciar que inicien sus propios caminos de búsqueda. Así lo señaló, por cierto, Antón Castro en su presentación. Antón, entrando en materia, indicó el respeto debido al acto suicida, el cual debería denominarse más a menudo como “muerte voluntaria”para clarificar la naturaleza del gesto. Lamentó las últimas e irrevocables decisiones de los protagonistas del libro, no ya desde el punto de vista sentimental o moral, sino incluso del literario: su obra, como recuerda también Moyano en las últimas páginas, no gana con su acto auto lesivo, y sí pierde su posible continuidad y matización, las que sólo el autor podría aportar. (fragmento)
|