Ha desarrollado todos los géneros: Ha sido traductor de Os Lusiadas de Luis de Camoens, estudioso de la obra de Benjamín Jarnés, Mor de Fuentes, Federico García Lorca, Valle-Inclán, Baroja, Azorín o Bécquer; memorialista en Un caballito de cartón (1996), co-director de revistas como Literatura, junto a Ricardo Gullón, y sobre todo narrador y poeta. Entre otros títulos líricos ha publicado Borradores (1931) y La voz cálida (1934), sus poemarios de pre-guerra, Poemas del dolor antiguo (1946), Homenaje a Goya (1946, y reeditado en facsímil cincuenta años después), Luz sonreída, Goya, amarga luz (1972), El tiempo recobrado (1950), Elegía total (1976) o Las colinas (1990). Parte de sus libros vinculados con el paisaje aragonés fueron recogidos en el volumen Hectopoemario. Su obra figura en numerosas antologías. Como narrador ha publicado La moneda en el suelo (1951), Juan Pedro el Dallador (1953), Pueblonuevo (1960), La muerte hizo su agosto (1978) y Concierto al atardecer (1992).
Ha sido director de la institución Fernando el Católico y es profesor emérito de la City University of New York. Es académico numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua española.
Su obra ha sido ampliamente estudiada, entre otros, por Rosario Hiriart, José-Carlos Mainer, María Antonia Martín Zarraquino, Antonio Pérez Lasheras y Manuel Hernández.