Realquilados
Manuel Pinillos
Realquilados
Esta antología mínima de la abundante obra poética de Pinillos toma título de uno de sus mejores poemas: «Realquilados», cuyo autor consideraba segunda parte de «Humilde historia de mi cuarto». Ambos aparecen aquí y son ejemplo de esa enriquecedora fusión en su poesía entre los temas principales de la misma: el amor cargado de ternura feroz, la convivencia –más presencial y activa que pensada– con la Naturaleza y con la ciudad, la conciencia crítica denunciadora y solidaria, la crónica acerca del estado de la situación personal o colectiva, el buceo interior, la metafísica existencial de fuente heideggeriana filtrada a través de Ortega y Gasset o de Xavier Zubiri, el agarrotamiento en la provincia, un desarraigo respecto a su época, el sentimiento de extranjería en el mundo, la vida y la muerte.
(fragmento)
Ángel Guinda
Biografía
Manuel Pinillos Decruells (Zaragoza, 1914-Zaragoza, 1989). Poeta, crítico literario y articulista. Cursó la carrera de Derecho y, tras un breve período de ejercicio profesional, se dedica enteramente a la poesía. Su primer libro de poemas, A la puerta del hombre, se publicó en 1948. Su último título, Cuando acorta el día, en 1982. Entre ambos, veinte libros y una frecuente colaboración en revistas poéticas nacionales y extranjeras dan la medida de una de las más fecundas obras poéticas realizadas en Aragón a lo largo del siglo XX. En 1951 funda y dirige en Gerona la revista Ámbito (Literatura y Polémica) y en 1952 obtiene el premio «Ciudad de Barcelona».
La poesía de Manuel Pinillos representa, esencialmente, la búsqueda de un absoluto, el hombre enfrentado al significado último de su existencia (la incógnita de la muerte, eje central de su poesía) en medio de una realidad que impone sus leyes, que alza muros al deseo del poeta de salvar las limitaciones de la condición humana, «sitiado en la orilla», en su búsqueda de un destino liberador. Poesía del «desarraigo existencial» (Frutos), metafísica y religiosa (Dios como depositario de la revelación salvadora), de duros y torturados acentos, la voz de Pinillos alcanza al mismo tiempo una cálida dimensión cotidiana centrada en el amor como superador del desasistimiento humano, y en la ternura y comprensión de las debilidades que derrotan al hombre y lo sitúan ante su desnudez total.
Obra: A la puerta del hombre (Col. Verbo, Alicante, 1948); Sentado sobre el suelo (Col. Almenara, Zaragoza, 1951); Demasiados ángeles (Col. Ámbito, Gerona, 1951); Tierra de nadie (Col. Neblí, Madrid, 1952); De hombre a hombre (Col. Alisio, Las Palmas, 1952); La muerte o la vida (Col. Doña Endrina, Guadalajara, 1955); El octavo día (Tarragona, 1958); Débil tronco querido (Col. Dezir, Zaragoza, 1959); Debajo del cielo (Col. Orejudín, Zaragoza, 1960); En corral ajeno (Col. Alrededor de la mesa, Bilbao, 1962); Aún queda sol en los veranos (Col. La isla de los ratones, Santander, 1962); Esperar no es un sueño (Col. Rocamador, Palencia, 1962); Nada es del todo (Col. Poemas, Zaragoza, 1963); Atardece sin mí (Col. Adarce, Zaragoza, 1964); Lugar de origen (C.S.I.C., Zaragoza, 1965); Del menos al más (Cuadernos de María José, Publicaciones del Guadalhorce, Málaga, 1966); Viento y marea (Col. El toro de barro, Carboneras de Guadazaón, 1968); Hasta aquí del Edén (Zaragoza, 1970); Sitiado en la orilla (Col. Puyal, Zaragoza, 1976); Viajero interior (Bóveda, Borja, 1980); Apoyado en la luz de la sombra (Zaragoza, 1982), y Cuando acorta el día (Ayuntamiento, Col. Poesía, Zaragoza, 1982); Manuel Pinillos: Poesía (Introducción de José Luis Calvo Carilla, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1990); Manuel Pinillos: Poesía completa (1948-1982, edición de María Pilar Martínez Barca, Larumbe, Textos aragoneses, Zaragoza, 2008).