Un safari de interior

RASCA-CIELOS

Rasca cielos 

vuela alto 

llega lejos 

Me llama mi tía madrina 

que ahora vive en Nueva York; 

pensaba que era Inglaterra, 

pero me dicen que no. 

Nueva York está en América, 

al otro lado del mundo 

y algún día me iré a verla... 

¡te lo cuento en un segundo! 

La ciudad de Nueva York 

está llena de rascacielos 

y hay que mirar hacia arriba 

para tratar de verlos. 

Dice mi tía madrina 

que es mejor ponerse lejos, 

pero yo, que estoy en Europa, 

eso no me lo creo… 

por más que miro y que miro 

no me llega el catalejo. 

Rasca cielos 

vuela alto 

llega lejos 

Aquí a mi tía madrina 

la echamos mucho de menos 

sobre todo porque sabe 

leerme muy bien los cuentos. 

También fabrica pulseras 

y jugamos en la playa, 

pero se acaba el verano 

y abandona la toalla. 

Se vuelve hacia Nueva York 

a trabajar a su casa 

y a correr por las avenidas 

que están todas numeradas. 

Rasca cielos 

vuela alto 

llega lejos 

Cuando está en el Parque Central 

me llama para contarme 

que allá los edificios 

parecen mucho más grandes. 

Entonces nos inventamos 

que en todos los rascacielos 

las ventanas de cristal 

son las páginas de un cuento. 

Así nunca se terminan 

las historias de mi tía, 

que dice que le recuerdo, 

cuando como, a las ardillas. 

Está siempre rodeada 

de los taxis amarillos, 

de los trenes bajo tierra 

y de muy buenos amigos, 

Y cuando no puede verme 

porque vive en Nueva York 

me escribe un cuento-edificio 

o me inventa una canción. 

Rasca cielos 

vuela alto 

llega lejos 

Mi tía madrina me dice 

que tengo que ir al colegio 

y sacar muy buenas notas 

para tener este premio: 

que mamá me lleve un día 

volando hasta Nueva York 

y que vea los edificios 

tan gigantes como yo. 

Rasca cielos 

vuela alto 

llega lejos 

Y colorín colorón, 

llegaré hasta a Nueva York 

y subiré por el cielo 

montada en un avión.